miércoles, 15 de abril de 2015

MONTREAL

El GPS decía que nos demoraríamos 5,5 horas a Montreal... Si se repetía la historia de NY-Boston ¡serían 11! Así que esperando que no fuese así partimos con el claro objetivo de hacer la ruta lo mas corta posible.

Antes de partir me tuvieron que cambiar toda la ropa porque mi pañal al parecer tenía un "hoyito" y me pasé, así que aprovecharon de ponerme mi ropa nueva de Harvard para lucir desde ya mi tenida burdeo intelectual.

El camino era bien bonito, sobretodo la zona donde se termina el estado de Massachusetts y empieza Vermont. Hay muchos bosques con árboles caducos y perennes, de esos que en las fotos típicas de bosques de USA parecen tener distintos colores en otoño o primavera, con algunos Lagos que aún tienen partes congeladas y restos de nieve donde casi no llega el sol. Como siempre en algún momento me dio la maña con escándalo así que mi papi paró en la berma para pasearme un rato antes de seguir.


El paisaje lleno de arboles sin hojas por el invierno, con algunos pinos entremedio.

Estirando las patitas un rato para que se me pasara la maña

Mis compañeras de viaje del asiento de atrás

Tomando un poco de agüita para enretenerme


Anduvimos por la ruta 89 y paramos en un pueblo que se llama Burlington a almorzar (es la ciudad más grande del estado de Vermont, y eso que es súper chica!). Burlington está al lado del lago Champlain. Por conocer fuimos hasta la orilla del lago y nos bajamos para sacarnos una foto. Hacia frío y corría viento, tanto que se me puso la nariz colorada y mis papas corrieron al auto para guardarme. 



Lago Champlain


Volvimos a la parte central donde había una calle peatonal y nos estacionamos ahí para ir a almorzar a algún lugar. Comieron pizza en un lugar que tenía unas mini-mesas donde a penas cabian los 4 y yo como estaba aburrido me porte mas o menos nomas así que mis papás tuvieron que turnarse para comer y pasear o entretenerme.



Conversando un rato con los chicos en la barra


Volvimos al auto y seguimos el viaje hasta la frontera donde sólo había policía canadiense. El tramite lo hicimos desde el auto. Revisaron los pasaportes y preguntaron que hacían los adultos para vivir... de mi no preguntaron mucho, además me dio un ataque de maña y pena porque tenía sueño así que el policía rápidito timbró todo y avanzamos hasta parar para que me hicieran tuto.

Después de eso mucho no vi, pero en mis sueños escuché que la entrada a Canadá era muy campestre con planicies de trigo y torres de silo con tractores y casas de campo. Después ya fue siendo cada vez mas ciudad hasta que cruzamos un puente de metal bien entretenido sobre el río Saint Laurent que es muy ancho, hasta llegar al centro de la cuidad de Montreal donde estaba nuestro hotel (Le St-Martin).


Montreal


El hotel era bakan. Nuestra pieza tenía dos camas queen size (una para mi y otra para mis papis). Aprovechamos de descansar un rato y yo de estirar mis piernitas para salir después a comer. 


En mi cama Queen personal


Ya de noche cuando yo estaba tuto salimos todos a comer. La niña de recepción del hotel había recomendado un lugar que se llamaba "Le 3 Brasseur", un pub-restaurant con hartas TVs donde estaban dando el partido de hokey sobre hielo entre Montreal y Washington, a tres cuadras del hotel. Pidieron cervezas (que hacían ahí mismo en el Restaurant o al menos eso hacían creer porque estaban los tanques metálicos a la vista) y cosas ricas para comer (ni papá comió una cosa que parecía cazuela de pato local). Ganó el equipo de Montreal así que estaban todos felices y cuando ya nos fuimos las calles del centro estaban cada vez más llenas de gente con las polleras del equipo que venían al parecer saliendo del estadio directo a celebrar a los pubs de aquí. Caminaron un rato hasta una calle de varios pubs (Rue Crescent) que tenía construcciones más antiguas (porque en la calle de comercio donde andábamos las cosas eran más modernas), con iluminación de faroles mas amarillos y tenues que daban un ambiente como el ex-barrio Suecia, obviamente en su mejor momento y por supuesto en versión mejorada mil veces.

Hacia mucho frío y corría un poco de viento así que nos fuimos al hotel a dormir para aprovechar harto mañana.


Mi papi tomando jugo de durazno XL (eso me dijo pero yo creo que era una cerveza)


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Nos levantamos temprano (¡yo primero que todos!). Mi papi se sentía un poco resfriado así que no fue a correr para cuidarse y no enfermarme a mi. Como el tío Negro y la tía Trini se despertaron un poco  mas tarde fuimos por mientras los tres con mis papis a tomar desayuno a un café que quedaba en la esquina diagonal al hotel (Presse Cafe). Nos sentíamos como en Francia porque acá como es la parte francesa de Canadá, todo esta en francés. Te saludan y hablan en francés hasta que pones cara de ¿?!!!, y te dicen de nuevo todo en inglés... Algunos hablan ingles afrancesado y otros hablan bien inglés así que después de todo no es imposible comunicarse.

El desayuno estuvo rico según lo que me dijeron. Llegaron el Negro y la Trini y compraron cosas que se comieron mientras yo tomaba papa. 


Abrigadito listo para el paseo en el frío de Montreal

Tomando desayuno con mi papi


Las opciones para llegar al Montreal Antiguo eran ir caminando o ir en metro. La niña del hotel dijo que era lejos así que como hacía frío preferimos el metro que no es muy apto para coches y liciados porque como en algunas (muchas) estaciones de Santiago no hay ascensores disponibles. Así que como sultán en su silla me subían y bajaban en el coche por las escaleras de Montreal, jajaja.


Metro de Montreal


Anduvimos algunas estaciones, cambiamos de línea y llegamos a la estación del Congreso/Plaza de Armas. Estaba con sol pero hacia mucho frío así que me llevaban bien cubierto en el coche en mi saco y tapado con el cobertor anti lluvia y me sacaban de vez en cuando para alguna foto o cuando me daba la maña. Estuvimos en la Plaza de Armas donde estaba la basílica de Notre-Dame de Montreal. Cobraban por entrar, y como no queríamos gastar en eso la plata preferimos ir a una tienda de souvenirs al lado y comprar cosas ahí. Me quede tuto así que me acostaron y compraron tonteritas de recuerdo mas algunos dulces con miel de Maple que es típica de Canadá.



Catedral de Notredame de Montreal, igualita a la de Paris // Foto con el ojo de pez de la tía Trini


Una escultura en la Plaza de Armas

Regaloneando con mi mami en la Plaza de Armas


Seguimos caminando por la calle de Notre-Dame pasando por los tres Palacios de justicia hasta una plaza desde donde se podían ver los Campos de Marte (Champ de Mars, como en París). Luego bajamos por la Place Jacques-Cartier hasta el Puerto Viejo de Montreal.


Mis papis en el lugar con vista a Champs de Mars

Edificios de Montreal

Yo haciendo tubito en mi coche súper protegido contra el frío

Place Jacques-Cartier


Ya en el puerto viejo de Montreal, caminamos por el muelle Jacques-Cartier. Habían unos baños públicos y aunque tuvieron miedo de ir porque podían estar asquerosos todos se llevaron la grata sorpresa de que estaban impecables  y hasta con papel higiénico disponible... (Oh Canada! Oh Canadá!).

En el muelle habían restos de nieve porque hasta hace poco (una semana y algo atrás) acá habían grados bajo cero de temperatura. Desde el fin del muelle había una vista linda del río Saint Laurent y unos puentes que lo cruzaban, además de un parque de diversiones con una montaña rusa y una rueda de Chicago donde por tiempo, frío y por mi edad y estatura actual no íbamos a conocer. Había harta gente haciendo deporte en el muelle (corriendo principalmente), y pasaban con ropas mini para el frío que hacia... Quizás para ellos este día era casi como verano jaja.




Vista del viejo Montreal desde el muelle Jacques-Cartier

Muelle Jacques-Cartier


Tutito en mi coche, muy abrigado

Vista del río St Laurent. A la derecha, el parque de diversiones


Los tíos practicando para su futuro

El tio negro calugas


Caminamos por el Pavillon Bonsecours que es un pequeño parque entre muelles, donde me columpiaron un rato para que me sintiera como en casa, y seguimos el recorrido por la zona antigua de Montreal. También había nieve así que la tía Trini aprovecho de recordar como era ya que aguja vez fue cuando era muy pequeña y no se acordaba, y la única evidencia que había de haber conocido la nieve era una foto que le envió su mami por whatsapp.


Papi columpiandome. No se nota tanto por mi chupete y el gorro pero me estoy riendo =)


La tía Trini en la nieve


Fuimos por la Rue Saint-Paul, una calle de adoquines con más y más tiendas de souvenirs y restaurantes, algunos con patios interiores entretenidos con música a los que volveríamos después a almorzar. Conocimos un poco mas y volvimos a uno de los restaurantes con patio interior. Como había sol pedimos estar afuera pero nos toco una mesa a la sombra y aunque teníamos estufas en el techo, el lugar estaba ¡muy frío!. Comieron cosas francesas típicas locales (pato, tártaro, crepes) y postres. El servicio era lento así que mas frío pasábamos hasta que ya terminados empezamos a caminar de regreso.



Rue Saint Paul, con mi papi

Rue Saint Paul


Los crudos que comió el tío negro en el restaurant


Papi en Plaza Jacques Cartier, empezando el camino de regreso al hotel


Atras, la catedral de Notre Dame

En la Plaza de Armas. A las esculturas de soldados les pintan lineas de bandera francesa en los cachetes


Volvimos caminando al hotel, con toda la calma del mundo (al final no era tan lejos), pasando por el Quartier Chinois (Chinatown) hasta el Quartier des Spectacles donde esta el Museo de Arte Contemporáneo y la Plaza de las Artes. 



Chinatown

Chinatown

Chinatown



Mi papi había leído que en Montreal como hace mucho frío en invierno existe una red inter-conectada de tiendas y pasajes subterráneos para que los locales no saquen sus narices al frío. Hasta ahora no habíamos visto nada de eso, pero abajo de la Plaza de las Artes (Place des Arts) había algo así con algunas tiendas y entradas subterráneas al MAC y otras cosas. Pensamos que bajando la escalera mecánica encontraríamos mas de eso pero solo llegamos al patio de comidas del mall Complexe Desjardins (FAIL!) con salida nuevamente a la calle (sin ascensor, sólo escaleras mecánicas)... Así que seguimos por la superficie donde hacia calor y de repente frío, y luego calor y viento frío otra vez. Nos fuimos por la Rue Sainte-Catherine, la misma de las tiendas y donde estaba el restaurante de ayer, pasando por la plaza Phillips, otras iglesias y más y más tiendas hasta llegar al hotel.



Plaza Saint Phillippe

Una iglesia en la calle Sainte Catharine

Artistas callejeros. ¡Habían muchos tocando música! Algunos muy producidos y otros malitos


Yo estaba durmiendo desde el restaurante al aire libre (¡tremenda siesta!) así que en el hotel mi papi me despertó y conversamos, salté, rodé y jugué con un libro nuevo que me compraron en la Plaza de las Artes mientras yo dormía.



Jugando con mi libro nuevo en francés (y al revés) 


La ida a comer fue harto rato después porque estaban todos cansados así que aprovecharon hasta de dormir siesta. Querían un sushi así que caminaron por la misma calle del hotel donde anoche habían visto unos lugares. El primero que encontraron estaba cerrando así que casi pensaron que el sushi iba a ser una misión imposible, pero más allá había otro. Estaba vacío pero aun abierto y cuando le preguntaron al japo-japo si estaba abierto, después de unos regodeos y lata de abrir el local dijo que OK, así que ahí comieron.




Mami camino al Sushi, tratando de hacerme tuto (no lo logró porque ya había dormido mucha siesta)


Al principio éramos los únicos en el local, pero después fue llegando gente para pedir para llevar. El sushi parece que estuvo bueno porque se comieron todo y querían mas. Yo saltaba y disfrutaba el trasnoche y después de terminar decidieron ir a la calle principal a ver si encontraban un Mc Donalds para seguir chanceando (no era que hubiesen quedado con hambre pero querían comer más y el sushi se demoraría mucho quizás). No encontraron en Mc Donalds, así que después de pasar a una farmacia/negocio volvimos todos al hotel a dormir.

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En la mañana nos levantamos temprano para partir a Toronto. Mi papi salió a correr y subió el Mont Royal. Aprovecho de ver como era para ver si valía la pena ir antes de irnos a Toronto.



Panorámica desde el Mont Royal

Selfie de mi papi deportista en la cima del Mont Royal


...y como era lindo después en el auto fuimos todos para ver la vista panorámica de la ciudad. Corría harto viento y hacia frío así que me envolvieron en mi oso peludo y caminamos hasta el mirador donde se veían los edificios de Montreal.



No quisieron llevarme en el coche para que no me diera la maña

la tia Trini sacandole fotos a las ardillitas


Yo mirando las ardillas


La vista era muy linda y grande y aunque corría viento aprovechamos hasta el último centavo del parking que habían puesto para estacionar. Nos sacamos hartas fotos lindas desde arriba que pueden ver aquí:




La previa a la foto grupal

¡Foto grupal!

Con mis papis

Los tíos volandose con el viento

Grabando un video con mi papi para el video del viaje

Con un poco de hambre… ya me quería ir


Después de un rato como me dio hambre, yo con mis papis volvimos al auto para que yo tomara mi papita antes de partir el viaje a Toronto. Mientras, mi papi se fue a visitar un cementerio que había y ¡que suerte que tuvo! vio un mapache y un castor :) Después llego el to Negro y descubrieron tumbas que no tenían el ano de muerte del muerto, o sea s gente viva que ya compró su sepultura y hasta hizo su lápida!!!


Busquen a Wally, el mapache

Un castor

Cementerio de Mont Royal


La lápida del muerto que aún no está muerto (¡y no era el único!)



Ya todos en el auto y yo con la guatita llena después de tomar mi papa, partimos a Toronto que según el GPS serían otras 5,5 horas de viaje...

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